El laser de C02 puede ser utilizado en dos modalidades . En su modalidad continúa se utiliza para cirugía dermatológica emite una radiación capaz de eliminar tejido con una precisión muy superior a los sistemas más clásicos como el electrobisturí. Su precisión hace que ,al contrario de los bisturís eléctricos tradicionales, consigamos un control perfecto de la profundidad del láser, y por tanto de la cantidad de tejido que se quiere eliminar. Así eliminamos sólo la lesión, causando un mínimo daño al tejido. De esta forma, disminuimos el riesgo de cicatrices posteriores, y reduce al mínimo las molestias postoperatorias para nuestros pacientes.
Pero lo que realmente es innovador es la modalidad fraccionada. Aquí la emisión es diferente, ya que en vez de cubrir toda la superficie, el láser produce cientos de columnas de daño térmico que al estimular la reparación de la piel consigue eliminar las manchas y las arrugas finas y mejora los surcos más profundos y la flacidez. Es el conocido “resurfacing cutáneo”
La ventaja de un sistema en el que puedes modificar la profundidad de tratamiento, la densidad de microcolumnas y la energía es que se puede individualizar el procedimiento en función del diagnóstico, del tiempo que pueda permitirse el paciente, de la localización y del tipo de piel. Es decir, podemos realizar un tratamiento a la carta en el que solo necesitemos un fin de semana o uno más intenso si tenemos más días para recuperarnos.
Proceso tratamiento láser CO2 facial
Indicaciones del láser de C02
- Cicatrices de acné.
- Cicatrices de otra etiología (cirugía, traumatismos…).
- Arrugas: especialmente perioculares y peribucales.
- Rejuvenecimiento en general para aquellas personas que quieren un cambio de textura en su piel. Cara, cuello, escote, manos.
- Tumores cutáneos: Nevus, Queratosis seborreicas, Queratosis actínicas, Xantelasmas, Siringomas, Fibromas, Verrugas, Condilomas…
- Cirugía.
- Ginecología regenerativa.